lunes, 23 de febrero de 2009


François Boucher

Pintor francés, famoso por sus escenas pastoriles y mitológicas, claros ejemplos de la alegría y sensualidad del rococó. Boucher, hijo de un fabricante de encajes, nació en París. Aunque estudió con el pintor François Le Moyne, el estilo delicado de su contemporáneo Antoine Watteau influyó más en su obra. En 1723, Boucher obtuvo el Premio de Roma, donde estudió desde 1727 hasta 1731. Después de regresar a Francia, pintó cientos de cuadros, paneles decorativos de gabinete, cartones para tapices, escenografías e ilustraciones de libros. En 1734 ingresó en la Academia de Bellas Artes. Realizó cartones para la fábrica de tapices de Beauvais y en 1755 fue nombrado director de la fábrica de tapices de los Gobelinos. En 1765 el rey le nombró primer pintor de la corte, director de la Real Academia de Bellas Artes y diseñador de la Real Fábrica de Porcelana. Su éxito se vio incrementado por el mecenazgo de la marquesa de Pompadour, favorita de Luis XV, de quien pintó varios retratos. Sus representaciones de deidades femeninas clásicas, amables, desenvueltas y ataviadas como elegantes pastoras hicieron las delicias del público, que lo consideró el pintor de moda de la época. Entre sus numerosas obras destacan las pinturas de El triunfo de Venus (1740, Museo de Estocolmo) y Desnudo en reposo (1752, Alte Pinakothek, Munich), así como la serie de tapices Los amores de los dioses (1744). El estilo fácil y sentimental de Boucher fue muy imitado pero al ponerse de moda el estilo neoclásico, perdió el favor del público. Murió el 30 de mayo de 1770 en París.

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